Dawn de luto.

De luto por todas las oportunidades perdidas y por toda la gente que quedó en el camino.
Dawn ya estaba de luto mucho antes de conocerle a él, de tener el pelo en ramas y de dejarse la vida en la señal, o parte de ella.
Dawn dejó atrás el hollín y el carbón y las lágrimas con él. Imaginaos cuando él se hizo añicos para ella.
Ya os dije que sería difícil superar su forma de echar de menos.
Dawn dejó atrás el luto, pero no la pena de llevar tanto negro, o al menos no su mala suerte.
Y el día que se quitó la corona de ramas, con los ojos bajos, murieron todas las flores.
Y solo quedó su ausencia, poderosa, cegadora, como un faro.






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