Podríamos desencajarnos las caderas esta noche, nena, con el último disco de rock que nos escupa la gramola. Si es que aún le queda alguno en la recámara. O si el tonto Billy no se la cargó. Invito yo. Contigo, por dios, bailaría. Yo nunca bailo. La gente como yo no baila. Y yo no te quiero tocar. Bueno, quizá un poco. El maleolo. Ese pequeño hueso de los tobillos que es la terminación del peroné. Con saber que hay otra persona ahí me vale. Necesito saber que hay alguien para poder dormir. Desdde que murió mi padre no he hecho otra cosa que soñar. Qué horrible, ¿no crees? Dicen que la falta de sueño te vuelve loco, pero solo te afloja las tuercas. Igual las pierdo todas si nos rompemos las caderas. Así que, ¿qué me dices? La gente como yo no baila porque no sabe bailar. Sí llevar pistolas rusas en los tobillos y poner cara de mala hostia, y lo smejores hasta saben escupir tabaco y matar a una ardilla dándola en un ojo con él, ¿es asombroso? Vi a un tipo hacerlo. Yo no soy de ellos. Pero tampoco bailo.

Por dios, esta noche necesito ese vaso de rock y beberme la gramola. Y quizá bailar un poco de whisky, ¿qué te parece?
Si estamos vivos por qué no morir para celebrarlo.

Comentarios

While ha dicho que…
(que el ritmo no pare con tanto rock, tanto whisky y tantas ganas de noche)
Andrea ha dicho que…
Yo tampoco bailo.