Ya hace casi un año.
O más o menos.
Ya hace un año que de repente, ¡plaf!, me di tal hostia que mis ideas reventaron contra el suelo.
No sé si sabes que lo hiciste tú.
No sé si sabes que no hay escritores que dejaran de escribir de repente, de repente sin habersse dado un tiro, sino que parece que siguieron para adelante. Pero se replegaron. Nadie más, o bueno sí, Catulo, Catulo y yo.
solos en esa estadística de escritores mundiales que de repente se han muerto por dentro. Pero solo los escritores. Todo lo demás que hay en ellos sigue. Nada de laconismos. Solo
esa parte. Pero eso implicaría que el todo pierde algo si sigue adelante. No es exactamente eso. Si pierdo mi sombra yo sigo siendo físicamente lo mismo. Solo me he vuelto algo imposible.
Pues eso.



Comentarios

While ha dicho que…
pues hay que volver a vivir, desplegar unas alas que a lo mejor nunca tuviste pero con esfuerzo lograrás tener. El crash interno ha roto miles de personas, miles de escritores que aunque tuviesen muchas vidas interiores una a una fueron muriendo para quedarse en la sombra de lo que fueron. Que incluso ellas huyeron.
Pero no se debe de perder la esperanza. Además, siempre quedarán trozos de lo que se rompe ¿no? ¿y si los buscamos?, ¿y si nos repetimos que somos invencibles?. Puede que hasta nos lo creamos, fíjate.

abrazo enorme
(y mcflurrys)
Irene R. ha dicho que…
Deberías volver,
siempre se vuelve.