Somos . Somos.
Morar por ahí es tan triste.
De hecho diría que es su súmmum. Con lo bonito que es tener hogar, tener familia, tener quien te quiera, tener a dónde volver como epílogo a las noches más tristes, donde no hay ningún alcohol que te penetre en las venas. Se carga una simple palabra de matices tan irrisorios que dan ganas de llorar.
La calle de los Viejos Mitos vuelve a estar tan llena como solía estarlo. La caída del sol nos vino bien a todos. Les saludo con la mano. No me acuerdo de ellos, pero les conozco.
— ¡Tienes que salir a buscarte las aventuras ya!
—Y una mierda.
Vuelve a soplar el viento meridional, el que nos trae más frío. A lo mejor volvemos a morir esta noche, y descansamos de una vez.
La palabra vuelve a resonar contra mis tímpanos y gruño porque no puedo arrancármela... Hay cosas tristes, pero esta te envenena las entrañas porque recuerdas que no ha sido siempre así, pero ahora eres ella.
Y si volvemos a morir esta noche, seguro que resurgimos igual de solos cuando vuelva el sol a rompernos y no podamos ocultarnos unos a otros que nos morimos por no estar solos. Pero no hay madriguera cuando llegan a cazar.
Luego se extingue el ave fénix. No me extraña. Y sigue el frío meridional este...
De hecho diría que es su súmmum. Con lo bonito que es tener hogar, tener familia, tener quien te quiera, tener a dónde volver como epílogo a las noches más tristes, donde no hay ningún alcohol que te penetre en las venas. Se carga una simple palabra de matices tan irrisorios que dan ganas de llorar.
La calle de los Viejos Mitos vuelve a estar tan llena como solía estarlo. La caída del sol nos vino bien a todos. Les saludo con la mano. No me acuerdo de ellos, pero les conozco.
— ¡Tienes que salir a buscarte las aventuras ya!
—Y una mierda.
Vuelve a soplar el viento meridional, el que nos trae más frío. A lo mejor volvemos a morir esta noche, y descansamos de una vez.
La palabra vuelve a resonar contra mis tímpanos y gruño porque no puedo arrancármela... Hay cosas tristes, pero esta te envenena las entrañas porque recuerdas que no ha sido siempre así, pero ahora eres ella.
Y si volvemos a morir esta noche, seguro que resurgimos igual de solos cuando vuelva el sol a rompernos y no podamos ocultarnos unos a otros que nos morimos por no estar solos. Pero no hay madriguera cuando llegan a cazar.
Luego se extingue el ave fénix. No me extraña. Y sigue el frío meridional este...
Comentarios
Y por supuesto... Hay tristezas que te tachonan de tal manera en el alma, que ninguna caricia podrá sacarla jamás. Ni aunque el amor vuelva.
Quizá sea algo pesimista, pero lo veo así... "Nos morimos por no estar solos". Yo creo que nos morimos, y ya está. Que hay personas que sienten la soledad como algo incurable, y no son capaces de verse rodeados de gente ni aún teniéndolo todo.
heleídoymeencantafascinayenamoraperosolonoséquedecir.
abrazos ( de oso )