ATTACK TO THE FLOOR

Pobre leoncito, tan caído.
Quizá se haya hecho daño en sus aristas de prostituta.
El cielo se le empezó a caer encima y él lo vio hacerlo, calmo.
El mundo temblaba, regular y estúpido. Ni en aquel último intento de armonizarse lograba sonar bien.
Se derrumbaba, pero claro, él seguía en el suelo. Tranquilo.
Una patada a la piedra diferente y hoy no se caería tanto, tanto. Otra persona con otro calibre de tragedia. No lo podríamos escribir, o quizá nos rugiera en otra parte. Quién sabe. Cualquiera sabe que podrían haberse movido a la inversa cosas, patadas de cosas, que no fueron. Él leoncito atacó el suelo y no me hagan caso pero creo que se dejó los dientes con la vida en el intento poco armónico.
Ah, y las cosas finalmente sucedieron así.


Comentarios

Teenage Christ ha dicho que…
Y luego dices de mi forma de escribir, cuando me he quedado muda con esto. Me había olvidado de lo mucho que me gustas ;)
Me agrada este blog. Es como un bocadillo agridulce en medio de tanta dulzura.
¡Saludos! Continúo leyendo :).