Cuando quieras yo me bailo en tus clavículas

el vals que nos debemos, entre graznidos y gorjeos.
Cuando hechos bestias nos haremos a la mar, fuera miedos, solo tú y yo y nuestras notas.
Hasta la primera isla desierta a la derecha.
Y parecerá que estamos rodeados pero realmente nunca estuvimos más solos. Yo bailando el vals de tus clavículas cuando los coloretes se te ríen.

Comentarios

H. ha dicho que…
Preciosa entrada. Rugidos al oído.
Lectora azul ha dicho que…
Precioso. y más acompañado de la musica de la izquierda
Unknown ha dicho que…
oh, me ha encantado. las metaforas son preciosas

un beso♥

claire
María Abellán Candela ha dicho que…
Bonito poema me aparecido muy intimo y conmovedor.
Un saludo.