Capitán de mis tropiezos.
Quiero hacer algo diferente. No sé bien qué, tirar las metáforas afuera y ver cómo te caes con ellas. Como las hojas cuando les llega el momento. ¿Notas esa frase? Cuando llega el momento. A ti también te va a llegar aunque tenga que arrojarte yo al suelo. Aunque follemos despacio en tu alfombra, aunque sea una tragedia terrible que empiece por mi nombre, que me da ya igual. Tragedia terrible que tiembla cuando me rozas los pechos pensando su ¿y si tengo que matarte? Sigo siendo la niña a la que arrancaste de brazos de papá y mamá para pervertirla. La que quería quererte y tú querías romperla.
Poeta de lo roto, sí, te gusta la clase de tragedia que yo escribo con mis paseos por el perdido Madrid. Me has hecho la tragedia en persona acariciándome cuando quería llorar. Poeta, eres demasiado grande para este gris, para mi gris. Lo hablamos entre beso y polvo. ¿Y si tengo que matarte? Me besas la nariz y me dices que lo haga, si tengo que hacerlo. Y me deshago en azúcar pero soy una tragedia, y tus tropiezos me enredan en confusión, y no todos podemos escuchar cuentos edulcorados antes de dormir, yo soy de las que recuerdan que el lobo devoró a los cabritillos.
Te juro que te lanzo al suelo con toda la elegancia ahora que me quitas las palabras que escribir entre beso y cariño y si hace falta te hago ahí mismo el amor, yo quiero ser tóxica, tragedia terrible. Y bajaré el telón sin ti, en mi gris Madrid, nos hundiremos los dos juntos para escribir la historia triste de cómo hacerse trizas. Así que supongo que esta es nuestra historia de buenas noches.
—
Poeta de lo roto, sí, te gusta la clase de tragedia que yo escribo con mis paseos por el perdido Madrid. Me has hecho la tragedia en persona acariciándome cuando quería llorar. Poeta, eres demasiado grande para este gris, para mi gris. Lo hablamos entre beso y polvo. ¿Y si tengo que matarte? Me besas la nariz y me dices que lo haga, si tengo que hacerlo. Y me deshago en azúcar pero soy una tragedia, y tus tropiezos me enredan en confusión, y no todos podemos escuchar cuentos edulcorados antes de dormir, yo soy de las que recuerdan que el lobo devoró a los cabritillos.
Te juro que te lanzo al suelo con toda la elegancia ahora que me quitas las palabras que escribir entre beso y cariño y si hace falta te hago ahí mismo el amor, yo quiero ser tóxica, tragedia terrible. Y bajaré el telón sin ti, en mi gris Madrid, nos hundiremos los dos juntos para escribir la historia triste de cómo hacerse trizas. Así que supongo que esta es nuestra historia de buenas noches.
—
Comentarios
Oh Dios, y queda genial con la música :3
Es algo fuerte y profundo, de esos escritos tuyos que calan hasta el alma.
Sabes que adoro como escribes y estoy de acuerdo con la chica huracán (:
abrazos (de oso)
Un saludo!
Enamorarse de un poeta. Romántico error.
<3
Enamorarse de un poeta. Romántico error.
<3