Iracundia de hiel, y sin sentido.
«A lo mejor escribir no es más que otra de las formas de organizar la locura».
Esto es lo que sale cuando juntas la magia de las letras de Srta.Albaricoque con las mías. Cotillead sus Cuentos porque valen la pena *-*
Esta es una de esas cosas que solo se escriben una vez cada mucho tiempo, esas historias que merecen ser contadas pero suele dar miedo atrapar los monstruos de debajo de la cama. Lo hemos tramado por twitter y ha costado que tomase forma; dicen que lo bueno se hace esperar.
Srta.Albaricoque también atrapa monstruos aquí: @Maibaik
¿Podemos hablar? Y cerraste la puerta.
Me miraste, con esos ojos de madre llenos (o vacíos) de dolor y rabia, y al romper a llorar me rompiste a mi. Grité en silencio y aún así pensaba que me quedaba sin voz. Me fui apagando minuto a minuto, sollozo a sollozo, lágrima a lágrima. Me fui ahogando despacio, que es como más duele. Para. Pude murmurar, y no me oíste. Para, no quiero saberlo. Y seguiste llorando, llorándome. Y me cogiste con tus manos frías, y yo me solté. Y me tapé la cara, y me mordí los labios, y me clavé las uñas y me alejé del cajón de los cubiertos...Qué frío hacía anoche en la cocina, todavía me duelen los ojos por los surcos que dejaron nuestras lágrimas de hielo.
Llevaba tantas noches con los ojos penetrando el techo, intentando contar las estrellas y leer en ellas mi historia. Desesperada por encontrar las palabras. A veces, venía alguna vacilante. Perdón, culpa. Intenté explicarlo en mi cabeza, pero ni ella se aclaraba. Me decías de pequeña que tú y yo éramos brujas. Éramos magia. Supongo que se te acabaron los hechizos. Me duelen los ojos de esos surcos sabor a escarcha, pero me duele más el frío de tu cuerpo. El frío de cuando abrazas. El frío de cuando me miras -el frío de cuando respiras. Eras frío y me apagabas. Y te lo grité anoche. Los disparos en forma de balas gritadas. No hubo sangre, pero yo cuento a pares las víctimas mortales.
¿Podemos hablar? Y lloro, y lloras, pero esta vez no va a haber más disculpas. Yo quiero volar y tú me pegas al suelo. Ni siquiera quiero saberlo. No voy a olvidar las lágrimas de hielo.
Que éramos magia, pero a ti un día se te acabaron los hechizos y te hiciste escarcha. Yo no volveré a sentir ese frío en la piel, todavía me duelen los ojos por los surcos que dejaron nuestras lágrimas de hielo.
Esto es lo que sale cuando juntas la magia de las letras de Srta.Albaricoque con las mías. Cotillead sus Cuentos porque valen la pena *-*
Esta es una de esas cosas que solo se escriben una vez cada mucho tiempo, esas historias que merecen ser contadas pero suele dar miedo atrapar los monstruos de debajo de la cama. Lo hemos tramado por twitter y ha costado que tomase forma; dicen que lo bueno se hace esperar.
Srta.Albaricoque también atrapa monstruos aquí: @Maibaik
Comentarios
La historia es muy dura. Creo que conozco esa mirada de una madre que ya está cansada de todo pero que, aún así, quiere seguir intentandolo.
A pesar de la tristeza habeis sabido hacer una historia perfecta.
(besos con
sonrisas)
(besos y mimos)
abrazo
fuerte
Un beso!
Maloles.
Y es que, hace poco me pasó algo parecido con mi madre y leerlo me ha hecho recordarlo.
Abrazo,
explosivo.
p.D si por separado ya sois increíbles, juntas sois el Boom.
Me han dado ganas de hacer magia contigo un poco :´)
Besos <3