El color de los monstruos.

A veces apenas logro evocarla. Como si estuviese tan lejos que no valiese de pena adivinarla.
A veces intento evocarla y se me desdibuja, y entonces yo me espanto, me aterrorizo.
Pero vuelve poco a poco. Llevaba medias de niña pequeña. A veces se le escurrían hasta los tobillos y ella parecía un patito. Pero mi patito. Ella llevaba el color que le gustaba, se vestía siempre con el color de los monstruos. yo se lo decía. Ella respondía sacudiendo la cabeza y el reflejo de su pelo y su ropa me quitaban la razón.
Tenía los ojos llenos de hechizos que no quería aprender a dominar. rasgados, decíamos nosotros. Entonces la bruja se echaba a reír y puntualizaba: «afilados». Y si tuviera razón.
Y en mi cabeza -tal vez sea por el hechizo para hacerme caer en todos los charcos y reír como un niño que me lanzó-, ella no sonríe. Ella tiene los ojos de bruja alegre, tiene la mirada con sabor a sus besos de fresa, pero parece triste.
¿Creéis que me echa de menos?


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
¿Y quién es?
Andrea ha dicho que…
Hermoso ♥
David ha dicho que…
Seguro que sí. Si es tu patito, seguro que te echa de menos.
Quiero saber cuál es el color de los monstruos. :)
Elisa Sestayo ha dicho que…
Qué bonito, y claro que sí, claro que te echará de menos.
Los patitos no se olvidan así como así de quiénes les escriben tan bellas palabras.

Saludos y gracias por pasarte por mi blog.