Lo intenté.
Sí, ahora miras mi ataúd incrédula, pero te lo dije, mamá, te lo dije, o eso intenté, pero tú no te dejaste oírme.
Oí yo también ese portazo que tanto te asustó, yo lo di, después de todo, y, ¿y no pensaste en el miedo que lo produjo? Se ve que no, aunque cueste creerlo.
— ¿Alex? —voló tu voz antes de que llegases tú, mientras yo me apoyaba en la puerta.
—Mamá —dije con miedo.
Con miedo de la respuesta, pero tenía más miedo de los lobos de afuera, los que habían prometido matarme al día siguiente, los lobos que iban al mismo tercero de primaria que yo. Los que yo llamaba lobos y un psicólogo llamaría después 'sociópatas'.
La lengua vaciló en mi boca y decidí en un instante, decidí vencer el orgullo y echarme a llorar y confesar que tenía miedo, mucho miedo, y marcas de golpes por todo el cuerpo y la mente, y me quedé temblando esperando tu abrazo. Pero no me dejaste confesar.
— ¿Qué son esos golpes? ¿Te has vuelto loco? Haz el favor de no romper la puerta, Alex — y se dio media vuelta y volvió al sofá.
Yo no me había vuelto loco. El mundo era el que parecía haber perdido varias tuercas. Pero aún lo intenté. Cojeé hasta el salón y la miré. Intenté pedir ayuda una última vez.
—Mamá —dije, atragantándome con el sabor a sangre.
Me miró, algo confundida.
—Alex, madre mía, has destrozado la ropa otra vez. Te he dicho que tengas cuidado cuando juegas.
Se me atragantó la incredulidad con el pánico.
—No es un juego.
—No quiero oír más cuentos, anda, vete a ducharte, que luego tienes que hacer los deberes.
Te lo intenté advertir, mamá, intenté que me ayudases muchas veces, pero tú no querías ver que tenías un hijo maltratado, tú querías ver al hijo perfecto. Solo que yo no era ese. Pero eso me ha perdido.
Oí yo también ese portazo que tanto te asustó, yo lo di, después de todo, y, ¿y no pensaste en el miedo que lo produjo? Se ve que no, aunque cueste creerlo.
— ¿Alex? —voló tu voz antes de que llegases tú, mientras yo me apoyaba en la puerta.
—Mamá —dije con miedo.
Con miedo de la respuesta, pero tenía más miedo de los lobos de afuera, los que habían prometido matarme al día siguiente, los lobos que iban al mismo tercero de primaria que yo. Los que yo llamaba lobos y un psicólogo llamaría después 'sociópatas'.
La lengua vaciló en mi boca y decidí en un instante, decidí vencer el orgullo y echarme a llorar y confesar que tenía miedo, mucho miedo, y marcas de golpes por todo el cuerpo y la mente, y me quedé temblando esperando tu abrazo. Pero no me dejaste confesar.
— ¿Qué son esos golpes? ¿Te has vuelto loco? Haz el favor de no romper la puerta, Alex — y se dio media vuelta y volvió al sofá.
Yo no me había vuelto loco. El mundo era el que parecía haber perdido varias tuercas. Pero aún lo intenté. Cojeé hasta el salón y la miré. Intenté pedir ayuda una última vez.
—Mamá —dije, atragantándome con el sabor a sangre.
Me miró, algo confundida.
—Alex, madre mía, has destrozado la ropa otra vez. Te he dicho que tengas cuidado cuando juegas.
Se me atragantó la incredulidad con el pánico.
—No es un juego.
—No quiero oír más cuentos, anda, vete a ducharte, que luego tienes que hacer los deberes.
Te lo intenté advertir, mamá, intenté que me ayudases muchas veces, pero tú no querías ver que tenías un hijo maltratado, tú querías ver al hijo perfecto. Solo que yo no era ese. Pero eso me ha perdido.
Comentarios
es la primera vez que paso por tu blog!
Menuda entrada.. al principio no la entendía, pero luego sí y es escalofriante.. Lo peor de todo es que esto pasa en la realidad..
Es una pena, no me puedo creer que acabe así.. Pobre niño.. pff que rabia! La madre se sentirá culpable toda su vida.. Y los niños que lo hicieron.. La vida los acabará poniendo en su sitio.
Buena entrada, un saludo!
Pff.
A veces tratas de advertir a la gente y simplemente no entienden, aunque sean tus propios padres.
La ironía de esta vida y este mundo...
Me encanta como escribes (:
(abrazos azucarados)
Un abrazo fuerte, Clío y buena semana :)
No tengo palabras para describirlo, es impresionante
Así de simple.
Haces sentir el dolor de Álex, y la ignorancia de la madre se clava.
*Un besito muy grande*