Shiko aprendió muy pequeña el valor de las sonrisas.
—Mon petit — susurró la niña a través de las briznas de hierba con la boca húmeda.
El cerdito de mar la miraba fijamente, escondido, medio sepultado por su corona digna de una ninfa.
Pero no podía engañar a la niña. Ella se le acercó, los ojos muy abiertos, los pies silenciosos, la boca entreabierta. Y de repente la niña saltó.
— ¡Bú! —gritaba.
La cobaya echaba a correr para volver a agazaparse en el césped y quedarse escondida de nuevo.
Shiko se cansó de jugar sobre la hierba húmeda, sin peso, y llamó al animalito. « ¡Vú! », le gritaba. Con uve, escribía mentalmente, para no confundirse. Vú venía corriendo y volvía a esconderse, pegadito, pegadito a sus pies. Shiko le decía que ya no quería jugar más y entonces Vú, entendiendo, correteaba por sus piernas hasta quedar escondido entre el pelo de la niña, como una fantástica corona de la mayor princesa que ha habido nunca.
Shiko volvía canturreando al castillo, pensando lo mucho que quería a Vú, y eso que él nunca le sonrió.
El cerdito de mar la miraba fijamente, escondido, medio sepultado por su corona digna de una ninfa.
Pero no podía engañar a la niña. Ella se le acercó, los ojos muy abiertos, los pies silenciosos, la boca entreabierta. Y de repente la niña saltó.
— ¡Bú! —gritaba.
La cobaya echaba a correr para volver a agazaparse en el césped y quedarse escondida de nuevo.
Shiko se cansó de jugar sobre la hierba húmeda, sin peso, y llamó al animalito. « ¡Vú! », le gritaba. Con uve, escribía mentalmente, para no confundirse. Vú venía corriendo y volvía a esconderse, pegadito, pegadito a sus pies. Shiko le decía que ya no quería jugar más y entonces Vú, entendiendo, correteaba por sus piernas hasta quedar escondido entre el pelo de la niña, como una fantástica corona de la mayor princesa que ha habido nunca.
Shiko volvía canturreando al castillo, pensando lo mucho que quería a Vú, y eso que él nunca le sonrió.
Comentarios
Me encanta (:
Me gustaría seguirte, pero veo que no tienes esa opción en tu blog... Igualmente, me ha enamorado esta entrada!
Besos chica dragón
mimos
(ositos
de goma)
Un beso enorme bonita!
No sabría decir con seguridad por qué ahora sí y otras veces no. Quizá haya sido la dulzura, la magia o la sencillez de este texto; no lo sé. Solo sé que se me ha puesto una de esas sonrisas que se dibujan en las caras de las personas cuando ven algo hermoso en el mundo.
Enhorabuena, de corazón.
(miaus de leche)