Ínfimos.

¿Oyes esas voces?
¿Es que no ves las cámaras?
¿Es posible que no veas esas cámaras, los ojos abiertos, observándonos, espiándonos?
Las voces están ahí. Nadan en la música. A todo volumen. Destrozándome los oídos. Rompiéndome el alma. Echándome a llorar.
Cantan. No puedo entenderlas. Nunca he sabido entenderlas. Pero están ahí. Narran lo que ven. Y nos ven a nosotros dos. Narran nuestra caída, gritan nuestro descenso al abismo. Nos observan, nos espían, cuentan lo que hacemos en un idioma que no entendemos. El idioma del mundo, no el nuestro.
No me grites que me calle. Las oigo, se acercan, las paredes tiemblan, sé que las oyes. Sé que por eso te hace daño que te lo grite.
Y los dos rompemos a llorar mientras esos dioses de extraños idiomas llegan a rompernos con sus voces, que gritan todo lo que hicimos mal. Los dioses no perdonan. Estos dioses castigan. Los espejos que muestran lo podridos que tenemos los corazones.


Comentarios

Mandarina ha dicho que…
Esos espejos inspirados en Dorian Gray? Me gusta que hayas puesto otra vez los coments aunque hoy no tengo un gran día...menos mal que tú sigues aquí aunque dijiste que no lo harías hasta que acabe el curso. Eres grande, Fuss :)
Andrea ha dicho que…
Es un texto diferente.
peor que me encanta (:
La última frase es mi favorita, es una verdad escondida.
"Los espejos que muestran lo podridos que tenemos los corazones."

(ositos
de goma)
Lrenita7 ha dicho que…
wow... que increíble... triste, pero no deja de ser increíble...
felicidades.
Nazaret Coquette ha dicho que…
Ais Clío, tus palabras se impregnan lentamente en mi y piel y corren por mis venas, hasta llagar a mi pequeño corazoncito.
Los dioses me han enamorado.

*mimitos azucarados, muy azucarados*