Gorriones y dragones siempre vuelan de la mano.

Mike miró a la izquierda. El avión de Jacob tembló un poco, pero consiguió estabilizarse.
—¿Qué pasa, Jacob, se te ha chocado una polilla en un ala o qué? —rió Mike mientras apretaba el botón de la ametralladora.
—Como salgamos de esta, Mike, querido hermanito, te vas a enterar de lo que vale este pedazo de chatarra —tronó Jacob a través de la radio.
Como si quisiera darle énfasis, logró abatir a otro avión. Mike se estiró un poco para ver la esvástica caer entre humo y fuego para hundirse en el mar mientras soltaba un silbido de admiración.
—Recuérdame que no te haga enfadar, Jacob —sonrió mientras disparaba.
El profundo crack que gimió su motor le alarmó. Toqueteó unas cuantas palancas y el avión se mantuvo milagrosamente en el aire. Pero la coraza de la avioneta estaba hecha trizas. Unas pocas balas más y estallaría en una preciosa supernova a escala terrestre.
—¿Va todo bien? —preguntó a la radio.
Gorrión sigue volando —Jacob soltó una risita. —Aún nos quedan muchos alemanes que abatir...
El siguiente crujido le hizo auténtico daño en los tímpanos. Fue tan alto que incluso Jacob pudo oírlo. Mike le vio volverse desde su avión.
—¿Va todo bien en Dragón, Mike?
—Algo así. —Mike sonrió amargamente. —Sigue volando, Gorrión, ¿eh? No me falles. Ni se te ocurra. Esta guerra la vamos a ganar tú y yo.
— ¿Qué coño dices, herma...?
Cuando Jacob se giró, se quedó callado. Las llamas lamían la superficie del avión de su hermano. Era cuestión de tiempo que Mike se quedara inconsciente por el humo.
El hermano mayor sonrió y le saludó a través de la ventanilla, con el pulgar bien alto.
—Mamá y papá decían que no aguantarías una guerra. —Jacob, sobrecogido, escuchó a Mike toser en medio de una carcajada. —Lo que son las cosas, ¿eh? Tú sé fuerte, hermanito, como buen gorrión que eres.
Miek hizo el saludo militar sin perder la sonrisa mientras dirigía el avión en picado hacia el mar. Jacob vio cómo estallaba justo antes de hundirse en el agua entre humo y espuma.
Tú, pase lo que pase, no estés triste, ¿eh? -las palabras de Mike antes de enseñarle a pilotar le seguían resonando en la cabeza- Los gorriones son más fuertes que los dragones en el corazón. Y dicen que los dragones viven para siempre en los corazones más fuertes.

Comentarios

Mandarina ha dicho que…
Que triste... sabes que creo que te gustaría? Conoces a Roald Dahl (por supuesto que sí)...pues Going solo (no se como lo han traducido) va de su vida en la guerra y así, con su toque personal...te encantaría :)
Lrenita7 ha dicho que…
Joder... me has emocionado, tengo un nudo en la garganta..
Por lo menos murió haciendo lo que tenía que hacer.. matando a desalmados... personas sin corazón.

Buen texto... un beso
While ha dicho que…
Me gusta muchísimo, Eri. (y el blog me gusta muy-mucho como ha quedado)

no te dejo crêpes
porque se que no te gustan, así que,
un mcflurry de oreo conchocolate para ti.
Limón. ha dicho que…
Me encanta la guerra americanos-nazis, eso mezclado con tu talento supermegachupiguay es algo ingreible*-*
ha dicho que…
Ha sido una historia preciosa aunque triste.Las últimas palabras de Mike a su hermano son muy bonitas,espero que al menos el gorrión siga volando :).Un abrazo.
Andrea ha dicho que…
Aww... que lindo!
Un final hermosamente triste, si eso es posible.
Sigue escribiendo, que me encanta como puedes unir las letras para formar estos textos (:

Sonrisas espolvoreadas!
Anónimo ha dicho que…
:O me has dejado con los pelos como escarpias... aunque es triste me parece un fragmento super bonito!
Hacía mucho que no me pasaba, un beso bonita!
Misses Roux. ha dicho que…
Tus palabras han llegado a mi (ahora un poco triste) corazoncito.
Sin duda es un hermoso texto.

Dulces besos neoyorkinos♥
P.
Carlos ha dicho que…
Te parecerá bonito haberme llegado tan adentro no? (snif) :´)

Besos desde el hueco
Erika M ha dicho que…
Me has hecho sentir un nudo en la garganta, y casi soltar un par de lagrimas... es precioso.
Un beso enorme :)