Heroínas
—Ven aquí, cariño... —susurran sus labios marchitos.
—¿Por qué estás tan...? —empieza, pero ella termina de rodear su cuello con un brazo para poder besarla.
Pero a Diana no se la engaña. Se separa rápidamente de Marta con los ojos encendidos de ira, porque la chispa enferma de las pupilas de Marta no deja lugar a dudas, esa luz febril, resucitada después de tanto tiempo dormida en el fondo de su alma.
—¡Marta! —berrea Diana, una tormenta que no estalla porque el miedo vence a la ira. —Joder, ¿has vuelto a engancharte a esa mierda?
Marta sabe bien que está muriéndose. Una sonrisa tan enferma como su cuerpo, su alma, apenas deforma sus labios.
Diana se apacigua por arte de magia, el corazón se le deshace al ver a la exánime Marta. Todos los años peleando, contra la religión, la sociedad, los demonios, siguiendo adelante con los sueños...
—¿No te bastaba con luchar por nosotras? ¿Es que también quieres pelear por tu vida? —murmura, rota.
—Tú límitate a quererme. —susurra ella— Que de los sermones ya se encargará dios.
el nuevo fantasma bohemio se ha encargado de traer de la mano un misterio: lee Tres rosas rojas.
—¿Por qué estás tan...? —empieza, pero ella termina de rodear su cuello con un brazo para poder besarla.
Pero a Diana no se la engaña. Se separa rápidamente de Marta con los ojos encendidos de ira, porque la chispa enferma de las pupilas de Marta no deja lugar a dudas, esa luz febril, resucitada después de tanto tiempo dormida en el fondo de su alma.
—¡Marta! —berrea Diana, una tormenta que no estalla porque el miedo vence a la ira. —Joder, ¿has vuelto a engancharte a esa mierda?
Marta sabe bien que está muriéndose. Una sonrisa tan enferma como su cuerpo, su alma, apenas deforma sus labios.
Diana se apacigua por arte de magia, el corazón se le deshace al ver a la exánime Marta. Todos los años peleando, contra la religión, la sociedad, los demonios, siguiendo adelante con los sueños...
—¿No te bastaba con luchar por nosotras? ¿Es que también quieres pelear por tu vida? —murmura, rota.
—Tú límitate a quererme. —susurra ella— Que de los sermones ya se encargará dios.
el nuevo fantasma bohemio se ha encargado de traer de la mano un misterio: lee Tres rosas rojas.
Comentarios
viene de todos los colores y en todas las presentaciones…
pero siempre con problemas u.u
aun así…
Tu limítate a quererme.
porque eso es lo importante no?
me encanta como puedes escribir de lo que sea y hacerlo tan… especial ^.^
Sonrisas espolvoreadas!
(me da mucha pena,
la verdad es que se me ha estremecido el corazón)
Un beso
Va lista si tiene que esperar que Dios le sermonee...