Melenas hechas de plumas.

(¡lee la primera parte en El mundo es un lugar para soñar.!)

(...) Era el mismo que había descubierto que lo que otros (aquellos que la consideraban fría como para acercarse sin riesgo de helarse) pensaban que era una larga melena albina, era en realidad una melena de plumas de cisne blanco. Era él único que sabía que debajo se escondía una melena de color rojo intenso, a juegos con los ojos verdes.
Precisamente por eso, por descubrirlo, ella lo había mantenido a su lado, donde no pudiera contarle a nadie su secreto.
O tal vez fuera él el que decidiera quedarse al descubrir que en vez de hielo, era azúcar lo que cubría sus labios.

Mandarina,
una de las mejores personas que he conocido en blogger, es la autora de esta mitad. ¡feliz aniversario, este es el regalo que nos hemos hecho, aunque el mío no haya llegado aún! (: