De brujas sedientas de margaritas.

Mujeres muertas por dentro que fuman lentamente, con un embrujo en los párpados, un cigarro en una mano y un Margarita en la otra. Esa fue nuestra idea, y esto es en lo que la hemos convertido.-lee la primera primera parte en The hollow in time-
Carlos. - Rom.

El inocente camarero se mira las manos ensangrentadas. Instintivamente deja caer el cuchillo y permite que la lluvia le empape y borre hasta la última gota de sangre. A sus pies, inerte, el cuerpo de un hombre cincuentón. Lo mira con desprecio, él ha ganado y se quedará con el trofeo. Rápidamente abandona la escena del crimen para recibir su recompensa sin darse cuenta de que sus huellas todavía seguían en un cuchillo en una oscura calle de New York. Sin darse cuenta de que su destino se tuerce poco a poco para acabar cayendo como la sangre se su víctima cae por una alcantarilla.

Es ahí atrapado donde le encuentran los coches de policía, alertados por la tipiquísima vecina cotilla. No escuchan sus súplicas, no atienden a sus razones: es evidente que es culpable, y habla con fervor del crimen que ha cometido cuando intenta justificarse.

Ningún abogado en todo el mundo sería capaz de negar su culpabilidad evidente. Por eso es llevado enseguida a prisión mientras espera el juicio. Va a pasar mucho tiempo en esa mohosa jaula, pero no le importa. Sólo tiene que esperarla a ella. Han pasado ya unas pocas horas, sí, pero seguro que va a venir. Eso le había prometido. Y una mujer con ese cuerpo, esos labios y esa promesa no puede mentirle.

Un aburrido guardia pasea por delante de él, lacónico. Y el inocente camarero ve, con la sangre de sus venas helada, el titular del periódico que lleva entre las manos mientras lo lee.

―Perdón, podría prestarme el periódico ―titubea el demacrado joven.

El guardia, levanta los ojos un segundo observándole con desprecio, y finalmente le tira el dominical con exagerada fuerza. Este lo coge inmediatamente y empieza a leer:

«Mujer se suicida tras el asesinato de su marido ―anuncia el titular en negrita―. Hallada muerta una mujer en el fondo del East River tras haberse tirado a sus frías y oscuras aguas. Pocas horas después del asesinato se sacaba al cuerpo sin vida de la mujer del agua gracias a una nocturna paseante que alertó a la policía tras haber encontrado un bolso de mano y unos tacones en la acera del famoso puente de Brooklyn. Además dentro del bolso, además de diversas pertenencias se encontró una nota que según fuentes cercanas a la policía decía: "¿Nunca te enseñó tu mamá a no hacer tratos con brujas?" »

La noticia no acaba ahí, pero ya no le importaba lo que pusiese el resto. Había jugado con sus sentimientos y ahora había acabado en la cárcel por su culpa. Se sentía como un imbécil. Entonces se cayó al suelo de la mugrienta celda y allí tendido mientras intentaba buscar un resquicio de luz en la oscuridad solo pudo oír la voz fría e inhumana de una mujer diciéndole: "¿Nunca te enseñó tu mamá a no hacer tratos con brujas?"