Éramos guerreros
armados con armas de plástico ensamblado en algún perdido punto de Asia. Armas de botones multicolores, de joysticks de todas las formas. Viejos veteranos de todas las guerras de la historia y la Tierra Media, expertos en todo tipo de tuberías, doctorados en cada combo de movimientos de mil personajes diferentes. Mamómetros mamotretos vivientes de los 100 y pico minijuegos sinsentido y en todo tipo de tácticas, atletas de primera a la hora de escoger una de ellas para derrotar a cualquier monstruo, sintiéndonos en la piel de todos aquellos antihéroes, reaccionando ante esos nombres entonces extraños -Colette, Raine, Kratos, Lloyd, Symphonia- con un sabor más dulce en los labios que ante los propios.
Cada vez son menos los minutos que pasamos sosteniendo juntos nuestras armas de plástico. Con una pizca de mala suerte, en una década no recordaremos una sola de esas partidas conjuntas. Cada vez nos llevará más segundos ubicar nuestros nombres adoptivos, hasta que, con otra pizca de mala suerte, nos olvidemos de su sonido por completo.
Cambiarán nuestras vidas y cambiaremos nosotros, y ninguna Fortuna podrá impedírnoslo, pero nos bastará nuestra presencia para que, sin saber por qué, sonriamos.
Cada vez son menos los minutos que pasamos sosteniendo juntos nuestras armas de plástico. Con una pizca de mala suerte, en una década no recordaremos una sola de esas partidas conjuntas. Cada vez nos llevará más segundos ubicar nuestros nombres adoptivos, hasta que, con otra pizca de mala suerte, nos olvidemos de su sonido por completo.
Cambiarán nuestras vidas y cambiaremos nosotros, y ninguna Fortuna podrá impedírnoslo, pero nos bastará nuestra presencia para que, sin saber por qué, sonriamos.
Comentarios
¿no te he dicho ya que me encantan tus textos?
Un beso enorme!
No me explico cómo puedes haber escrito sobre algo tan bonito como sencillo como la amistad de tal forma. Quizás tú eras una guerrera... pero has pasado a batallar de la forma más bonita que existe. Con las palabras.
Preciosa entrada, en serio. Un saludo :)
Yo espero que mi seudónimo y esta experiencia no se me olvide nunca! (no se si te refieres exactamente a eso con el texto pero como digo estoy un poco despistada...gente tonta que descentra)
Por cierto, he vuelto a subir algo a Amateurs Hotel y tengo por ahíun par de amigas que también se han animado...a ver si te sumas!
¡besotes! :D
pero de lo que estoy seguro es que me siento orgulloso de haber compartido campo de batalla con una excelente escritora :D
En cuanto a este texto... Todo cambia y se transforma, con frecuencia yo misma tengo tendencia a idealizar un pasado que quizá en mi caso no fue ni mejor ni peor... (Bah me he puesto un poco melodramática xD)