Encuentra la diferencia

—Cada día me quedo esperando a que vuelvas hasta la una de la mañana.
—Lo haces desde que llevábamos dos años casados. ¿Qué hay de nuevo?
—...Y cada día me angustiaba como el primero. ¿Qué estará haciendo? ¿Le habrán dado un tiro?
—Soy detective privado, por favor, no de la mafia. Siempre exageras.
—...Pero esta noche no he podido. Por eso me viste en el juzgado.
—¿Haciendo qué?
(extiende los papeles sobre la mesa)
—Pidiendo el divorcio.
(se pone en pie)
—¿Por qué? ¿Qué ha tenido de especial esta noche, Mary? ¿Qué la ha hecho diferente, lo bastante diferente como para hacerte ir hasta...?
—Que esta noche no me lo he preguntado. No me ha importado dónde estuvieras, qué hicieses, qué labios besases sin pensar en los míos. Esta noche he llegado a desear que no vinieras, James. Y por eso quiero que firmes estos papeles. Antes de que sea yo la que te haga preguntarte adónde ha ido.