guerra mundial

Ya se rumorea que en el futuro esto se considerará un auténtico infierno.

    Leonard, antes, estaba de acuerdo. Pero eso fue antes de que las cosas empezasen a ir a mejor. A él, personalmente, no le gustan los avances que han ido surgiendo. Pero a veces, a su pesar, reconoce que han supuesto un paso positivo. Una infección ya no te mata como antes, se puede vivir más de medio siglo con un poco de precaución, una herida puede ser cosida como si uno fuese un muñeco de trapo. Los avances en medicina son los que gustan más a la gente como él, continuamente rebanados por filos y filos. ¿Y la Santa Inquisición? Ahora que va perdiendo poder, todo el mundo comienza a saborear los aires de libertad que se respiran. Y el cambio de los reyes, que empiezan a preocuparse por algo más que guerrear, sólo puede traer aires buenos.

    Lo que a Leonard no le gusta es el matiz que están tomando sus tiempos. Sospecha que, dentro de muy poco tiempo, van a pasar cosas. Cosas grandes y terribles. Porque los avances provocan que haya mucha más gente que antes y mucho más culta, y eso terminará por explotar.

    -Señor archimago, viene gente de las Tierras Vastas del Norte. -dice su consejera, interrumpiendo sus pensamientos. -Dicen que hay problemas.

    -¿Qué problemas? -exclama enseguida él, temiéndose lo peor.

    -Dicen que tienen problemas con su casa.... Dicen que no van a quedarse en el gélido glaciar mucho tiempo. Creo que quieren declararle la guerra a Tierra Terma.

    Leonard cierra los ojos. Hace poco tiempo que aprendió a leer y escribir, tardó lustros en aprender la magia y de la forma más dolorosa, no estudió de pequeño, ha pasado por casi todas las enfermedades graves conocidas.

    Pero sabe que nada va a tener punto de comparación con lo que puede pasar en esa guerra mundial entre los dos continentes que está a punto de desencadenarse.

    Sale para hablar con los emisarios, pero él es un simple humano. No se puede calmar a un pueblo que aspira a vivir mejor. Recuerda lo que estaba pensando hace unos minutos...

    ...Sonríe. Maliciosamente. Siempre ha tenido un punto tan pesimista como realista.

Con un poco de suerte, ninguno sobreviviremos a este infierno. Y no habrá futuro que pueda juzgarnos.