Una Foto.

-¡Charlie, no seas pesada! -gritó desde el coche.
Sin inmutarse, ella giró el objetivo de la cámara para enfocar la imagen.
-Dame un segundo, Jac. -dijo sin moverse y sin alzar la voz.
Sólo cabreó más a Jac.
-¡Por el amor del cielo, Charlie! ¡Hay miles de arañas en el mundo! Qué demonios, ¡hay millones! ¡Y tú tienes que venir a buscar una a pleno campo!
-Jacques, deja de gruñir. -sonrió Charlie mientras se levantaba. Dirigió una última mirada a la elaborada tela de araña antes de subir al coche.
-¡Hay miles de fotografías de arañas, también! -gruñó mientras arrancaba. Charlie posó la cámara en el asiento de su lado antes de abrocharse el cinturón.
-No hay tantas en París.
-¡Muchas! ¡Demasiadas!
-Ninguna mía.
-Ah, Charlie, eres exasperante, más de lo normal para un médico. ¿Cómo pudiste salir con un psicólogo-psiquiatra? Ah, ya, para que puedas subir a un avión sin tirarte de los pelos.
-No es eso. Tengo asumido que jamás cogeré un avión, y me va bien.
-Um... No se me ocurre más. Porque no hacéis más que discutir y luego, besaros. No entiendo cómo seguís juntos.
-Puf, porque no sabes lo bueno que es en la cama Vincent. -soltó Charlie con una carcajada. -Y no te metas con mi profesión, por favor. Harta del hospital Monnet estoy yo sola.

Comentarios

While ha dicho que…
(me encanta,
como todo lo que escribes, Fuss)
Carlos ha dicho que…
Muy bonito :D
Y he subido el primer texto sobre Audrey, y hay una sorpresa para ti.
Besos