Pensar en no pensar

¿Sabéis de dónde viene el nombre del blog, esa enrevesada paradoja?
El otro día, una amiga mía me contaba que, estando en clase, un profesor despotricaba sobre un alumno que había escrito en su agenda, en letras bien grandes y en la portada, "¿A ti qué más te da?". Así, sin venir a cuento. Cuando lo leyó, el profesor se indignó. Que si los jóvenes no tenían respeto, que si acaso las agendas estaban para pintarlas. Mi amiga había hablado con el chico en cuestión más tarde, así que sé que quiso decir "Profesor, si es mía, ¿por qué no puedo hacer que parezca algo que me guste?". Cuando intentó defenderse, sólo alcanzó a decir "Yo pienso...". El profesor se picó aún más al ver que ¡guau, no quería quedarse aguantando algo injusto en silencio! Pero, como todos sabemos, hay mucha gente que no admite que los jóvenes razonen, que deshecha todos sus pensamientos sólo porque les falta experiencia. El hombre en cuestión se negó a escucharle, y le puso una amonestación por "replicar al profesor y maltratar el material escolar".
Y ahí se acabó la escenita. ¿Qué puede hacer un alumno en una situación tan injusta como ésta? 
1)Tragarse sus palabras, 
2)soltarlas y ganarse un castigo -en caso de que le escuchen-...
3)o pensar en no pensar, guardarse las cosas para sí de una forma menos vergonzosa.
Por eso pienso en no pensar, pienso en dejar de hablar, guardarme todos mis secretos y todo mi dolor para mí.
pensar en no pensar

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